Los presidentes y jefes de gobierno de los países de la región Asia-Pacífico, llegaron a Balí para la cumbre de la APEC con el objetivo de fortalecer los procesos de libre comercio. El gran ausente es el presidente estaudinense Barack Obama quien tiene que hacer frente a la negativa de los republicanos en el Congreso para la aprobación de los recursos del presupuesto; hecho que muestra las dificultades de Estados Unidos para mantener la hegemonía en la región. El año pasado también estuvo ausente de las sesiones en Vladivostok.

En las reuniones de finales de la semana pasada los ministros acordaron el sistema de visas para la movilización de personas y la disposición de recursos para las becas estudiantiles.

Un tema difícil, de esta cumbre citada en el lujoso conjunto turístico de Nusa Dua en Bali, es el manejo de las economías y su crecimiento en una época de restricciones en Europa, la difícil recuperación de Estados Unidos y la ralentización de la economía china, así como el paso de su economía de la dependencia de las exportaciones al desarrollo del consumo interno.

Los analistas consideran la importancia de la cumbre en cuanto en el Pacífico se mueve el 54% del PIB del mundo y en 10% menos de la anterior cifra, el comercio internacional.

El presidente chino Xi Jinping, junto con el japonés Shinzo Abe, el ruso Vladimir Putin, el indonesio Susilo Bambang Yudhoyono, la surcoreana Park Geun-Hye,la tailandesa Yingluck Shinawatra, el singapurés Lee Hsien Loong, el australiano Tony Abbott y el canadiense Stephen Harper, con el delegado alterno por Estados Unidos Jhon Kerry, estarán en la cabeza de las negociaciones.

El presidente chileno y otros jefes de estado latinoamericanos consideran que ante las dificultades de planes concretos, es necesario implementar acuerdos factibles de desarrollar, entre ellos el Acuerdo de la Asociación Transpacífico (TPP, en sus siglas en inglés), que compromete a doce países, entre ellos Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Australia, México, Perú y Vietnam.